Salgan de acá – les conviene

Son las diez de la mañana del sábado 21 de octubre de 2023. Puntualmente llegamos con Lucía para filmar un corto. El lugar, tapiado y con un jardín mantenido a fuerza de piedad, nos recibe con el silencio de los huéspedes que no están. Dieciocho años atrás ella no había nacido. Hoy será la actriz de una película cuyo argumento serpenteará por el terror.

Llegan los directores de la novel productora. Son menores que ella. Gozan  del entusiasmo y la vitalidad que uno ya ha perdido. Se completa el equipo con los mayores: los padres de uno de los guionistas, el cámara y el sonidista. Mateo, el actor, como un consagrado a futuro, se demora. Llegará tarde.

Un extraño aparece de la nada. El cuidador del predio se nos presenta. Todos saludamos. Promete abrir. Sin él, armar las piezas del puzle, que es en sí todo el misterio del lugar que parece haber sido víctima de un holocausto atómico, no será posible. El guion, turbio y oscuro, solo podrá ser desarrollado en interiores clásicos, aterradores y apasionantes, generadores de ambientes ominosos que se meten cuerpo adentro. Por su figura y su aparición fantasmal, Hugo, el guardián de este Motel Bates de desecho, debería ser protagonista de esta o de cualquier película del género. Luego de un rodeo desata dos gruesas cadenas que aparentan proteger unos paneles frágiles fácilmente vulnerables. Se abre el permiso a lo temporal y lo intemporal, a la vida teórica y la vida práctica, el medirse con la realidad y la actividad que se ejerce.

No hace mucho tiempo, nada en términos históricos, este lugar fue primera esperanza en la transición de un gobierno a otro. Cientos de personas alimentaron y dieron vida a una representación que se pensó viable. Todo era posible. Estuve en este mismo sitio con gente a la que ahora solo veo en destellos lejanos y donde supimos detenernos a pensar para concretar el palabrerío en los hechos. Creíamos. Más allá, habitaba la contingencia.

Al entrar en la devastada recepción retornan voces y perfiles puntuales. Aquellas almas persisten en la memoria y se multiplican. Nuestras vidas humanas, antaño fuertes y restallantes hoy nos intiman desde la situación precaria de este distrito físico. Hoy, aquí y ahora, no están en cuestión ni los aciertos ni los errores, ni siquiera la ética de la gestión. Sí, la existencia misma.

¿Qué pasó aquí? Espíritus descarnados, antiguos propietarios muertos o fundidos, embargos, saqueos, vandalismo, traslados de bienes materiales a un depósito de Villa Delia. Dicen. Lo que sea. De aquel edén a este escenario de DC Comics, un infierno en la tierra. La porquería de un marco esquelético de las colectividades que la produjeron, la simultaneidad de esa violencia intrínseca de romperlo todo y el sentido de no pertenencia generan un malestar íntimo de múltiples dimensiones. La evidencia de la destrucción de este antiguo albergue de ilusiones dando paso a la realidad implacable doblega al cuerpo como dominio de las sensaciones y de la sonoridad. La propia construcción intransferible, afortunadamente, nadie la sabe. Todos están atareados.

La historia, que suele presentarse como eventos del pasado relacionados con lo que fue con escaso vínculo con el presente, se resuelve ahora en el complejo universo de lo instantáneo, donde no se hace la experiencia porque nada dura. 

Mientras recorremos este campo destruido buscando los puntos ideales para la filmación, pienso que reciclar los deshechos debería ser bueno para la salud, porque, como dijo Artaud, “la realidad está por terminar, aún no está construida”.

Como cada época tiene su tiempo, la incorporación de los nuevos distintos actores definen el ritmo y marcan el paso estructurando sus propias vivencias. El paso de ese tiempo tiene la clave para la reconstrucción y pensarlo no consiste en hacer que la realidad se ajuste al rigor del concepto sino en entender las dificultades que asumimos a partir del patrón del tiempo que estamos viviendo. Definitivamente, este es el mejor sitio para los objetivos buscados, como un nuevo gesto inaugural y como secuela de un esfuerzo colectivo. 

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